Nira Nisenholtz nació en Buenos Aires en 1937 y comenzó su carrera de artista profesional luego de graduarse en la Escuela de Arte Fernando Fader en 1956.
Tras haber pasado cuatro años en el atelier del pintor Urruchua, deja Argentina para vivir en un kibutz israelí.
Allí trabajó junto a Streichman y Propes, precursores del arte abstracto en Israel, y presenta sus primeras exposiciones individuales en 1962.
Aclamada y reconocida por la prensa israelí, y luego por la francesa, comenzó a adquirir su renombre internacional en los años 60.
Combina las exposiciones individuales en Israel y Francia, donde obtiene el premio Pintura Arte Abstracta de Paris en 1968, y expone en Sudamérica.
De 1966 a 1968 trabaja en escultura junto a Marino Marini en su atelier parisino y comienza a emplear técnicas mixtas.
En 1985 se instala en el sur de Francia y crea su propio atelier de enseñanza, mientras continúa exponiendo.
Con su control del gesto adquirido en más de 60 años de carrera, con una gran espontaneidad, Nira Nisenholtz explora varias técnicas, que van desde un expresionismo abstracto a las proyecciones de la materia o al collage, y recorre las fronteras entre gesto abstracto y representación figurativa.
Pero su distintivo sigue siendo esa pintura física, esa materia trabajada en el cuerpo, testimonio del monólogo íntimo del artista.